No es algo de ahora, sino que viene pasando desde hace meses, tal vez años. El silencio oficial, impuesto por medios clásicos (plan de machete) y modernos (censura en Internet) ha impedido que el mundo conozca esa realidad que, silenciosa, ocurre e
n la China profunda donde, según las propias estadísticas oficiales, ocurren unos 180.000 “incidentes sociales”, 65% a causa de expropiaciones ilegales para enriquecer las arcas municipales.