viernes, 3 de febrero de 2012

¿Quién pinto la Mona Lisa del Prado?

El rostro es el mismo, con esa sonrisa que hipnotiza, pero éste lleva cejas. La posición y el ángulo del cuerpo también es similar: un poco ladeado hacia la izquierda, la cabeza erguida, los brazos cruzados, el izquierdo sobre un posamanos de la silla, el derecho sobre el izquierdo; la manos relajadas, ligeramente caídas. El paisaje toscano del fondo recrea el mismo del original. El trazo y el color, impecables. La Mona Lisa descubierta en el Museo del Prado (Madrid), una réplica de la más importante obra del pintor Leonardo Da Vinci, es al mismo tiempo que un descubrimiento, un regalo para los amantes del arte.

El cuadro, con dimensiones muy parecidas al del Louvre (76x57cm la de El Prado, 77x53cm), ha sido restaurado en el museo madrileño y será exhibido en París dentro de un mes.


La Mona Lisa del Prado, hallada en las bodegas del museo español, como todo gemelo, guarda algunas diferencias con el original: el autor no utiliza la técnica del "sfumato", como se puede apreciar en los pliegues del escote, que presentan mucha mayor precisión y detalles.
La réplica de la Mona Lisa como estaba en el Prado 

Antes de ser sometida a restauración, se pensaba que la obra había sido pintada, al contrario de la original, sobre roble. Pero luego se ha determinado que fue hecha sobre una tabla de nogal, como la pintura del Louvre. Mediante radiografías, los técnicos determinaron que el fondo negro había sido añadido dos siglos después de su factura inicial.

Esta pintura procede de la antigua Colección Real, lo que da una pista clave: pudo haber estado en España desde el siglo XVII.

La página The art newspaper, la primera que sacó la información, señala que "hasta hace poco, los curadores del Museo del Prado no tenía ni idea de la importancia de la copia que tenían. Hay docenas de réplicas sobrevivientes de los siglos 16 y 17 y la"copia" de Madrid se creyó por algún especialista que se ha pintado bastante cerca de la original pero la ausencia del paisaje de fondo significaba que había despertado poco interés (no hay ninguna entrada en los catálogos de la colección del Prado)".

Ahora, los estudios a fondo indican que pudo haber sido pintado en la misma época de Da Vinci, por un discípulo de éste. La Lisa Gioconda luce aquí la misma edad que la original (cerca de los 20 años), pero presenta una coloración mucho más viva. La tela de las mangas de la camisa, por ejemplo, es de color rojo.


Se especula que alguno de los dos discípulos del maestro, Salaì y Francesco Melzi, quienes recorrieron con él sendero del exilio, puede ser del autor de esta Gioconda. El Prado, de momento, lo atribuye a Francesco Melzi, pues Salaì, por el que sentía predilección el artista, lo abandonó luego de  vender varias de sus pinturas al rey Francisco I para luego morir en Italia. "Melzi, en cambio, cuidaría de la herencia y se molestaría en perpetuar y agrandar la memoria del maestro", indica un texto publicado en el diario español La Razón.


Pero no son los únicos a los que se endosa la autoría de la Mona Lisa del Prado. Los expertos también creen que pudo ser obra de Giampietrino, un aprendiz de Da Vinci quien con estilo abiertamente "leonardesco" hizo la copia de "La última cena". También se habla de otros dos pintores españoles renacentistas que pertenecieron al taller de Da Vinci: Fernando Yánez y Hernando de los Llanos.


Sea quien sea el autor de esta bella pintura, su obra ya ha pasado a la gloria.


La original y la réplica, ya restaurada


AFN |@lbnegra

1 comentario:

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