martes, 28 de junio de 2011

Un secuestro en línea por Facebook

Por @afnays

Estafas, robos, hacking, phishing, pornografía infantil son delitos de común ocurrencia y referencia en el mundo de Internet. Menos usual es que se recurra a las tecnologías informáticas, en particular las redes sociales, para hacer publicidad y compartir hechos delictivos. Pero casos hay. Uno reciente es el de Jason Valdez, un exconvicto residente de Utah, Estados Unidos, que difundió en tiempo real un secuestro a través de Facebook, que terminó en un intento de suicidio y su detención.

Durante 16 horas, Valdez retuvo contra su voluntad a una mujer llamada Verónica, con quien se tomó una foto que subió a la red social. Luego hizo seis cambios en su estado colocando otras imágenes. El comentario que escribió en una de esas fotos fue el siguiente: “Tengo una linda rehén”.

La policía rápidamente detectó la situación y ubicó al delincuente en Salt Lake City, debido a que familiares y amigos de Valdez le suplicaban que dejara en libertad a la mujer y se entregara a las autoridades, mediante mensajes que escribieron en el “muro” de la aplicación.

Durante el enfrentamiento con los funcionarios policiales, el expresidiario, armado con una pistola, aceptó solicitudes por lo menos una docena de nuevos amigos de Facebook.

El plagio de la mujer se produjo un día antes, cuando otros efectivos policiales intentaron ingresar al domicilio de Valdez, con una orden judicial, debido a un juicio por drogas al cual no compareció.

“Actualmente estoy en un callejón sin salida, un poco feo, pero listo para cualquier cosa”, escribió en su muro.

Así como la policía fue avisada de la situación que se transmitía en tiempo real por Facebook, los amigos de Valdez le advertían sobre los movimientos de los efectivos de SWAT en los alrededores de su casa.

Debido a la presión policial, el expresidiario dejó en libertad a la mujer.

Luego del intercambio de disparos los agente lograron ingresar a la vivienda y cuando justo llegaron a la habitación de Valdez, éste se disparó al pecho. Ahora permanence en situación crítica, al borde de la muerte.

No es la primera vez que delitos se difunden a través de redes sociales. En Colombia se logró frustrar un asalto a un banco cuando una joven utilizó desde su teléfono móvil la plataforma de Twitter. En 2009 un ladrón transmitió por Facebook el robo de una vivienda. Delitos que comienzan a tener apellido: 2.0.


Fuentes:
Wikipedia

Mashable

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