Aquí, lo que dice Seth:
“Si está leyendo este blog, entonces el mundo no acabó, por lo menos en esta zona horaria.
¿Cómo se puede comercializar el fin del mundo? Después de todo, no se tiene un gran presupuesto de publicidad. Y su "producto" es algo que se ha comercializado una y otra vez a través de los siglos y no ha funcionado. Hay una presión social significativa para no creerlo… Una vez más.
Y, sin embargo, como las otras veces, algunas personas sucumben: venden sus pertenencias, dejan de pagar el fondo de la universidad de sus hijos y se desesperan.
Esta es la lección:
Hay que vender una historia que algunos quieran creer. De hecho, se debe vender una historia que ya creen.
Hay que vender una historia que algunos quieran creer. De hecho, se debe vender una historia que ya creen.
Y esa historia tiene que estar integrada en su producto. El iPad, por ejemplo, no era un aparato que la gente pidiera a gritos... pero su historia, la tableta mágica, el libro universal, el boleto de entrada a la tribu de la moda (los geek): pues hay una fila de gente dispuesta. Igualmente, todos los años, vemos una nueva sensación de la música, una superestrella de moda. Eso no es un accidente. Es una historia que está a la espera de que alguien la use.
Con demasiada frecuencia los vendedores tienen un producto y tratar de inventar una campaña. Es mucho más eficaz encontrar una tribu, una historia y hacer entonces que el producto resuene en esa historia para que funcione.
Eso es todo. Una historia y una tribu con ganas.
Espero que se te ocurra algo más productivo que el fin del mundo”.
Fuente: Seth Godin
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