viernes, 29 de abril de 2011

El retrato de Dorian Gray, sin censura

Más de una obra clásica ha sido víctima de la censura de la pluma (incluso hay casos muy interesantes, que aunque no de censura, si de edición que ofrecen una visión más interesante: Raymond Carver). Pero volvamos al tema de este post: El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde.

En 1890, el editor de Oscar Wilde suprimió o alteró pasajes que, según su parecer, eran demasiado “fuertes” (tanto homosexual como heterosexualmente hablando), se escribe en Alltop.

Y por ejemplo, en vez de leerse: "Es muy cierto que te he adorado más allá de un romance o sentimiento que un hombre debe dar a un amigo", hasta ahora se leía: "Desde el momento en que te conocí, tu personalidad ejerció una influencia extraordinaria en mí".

Pues ahora, acaba de salir publicada la versión original de este texto. Los críticos debaten si esta versión es mejor que la que se conocía, pero la pregunta válida es por qué la versión censurada se consideraría mejor por sobre la que el autor siempre pretendió. Brooke Allen escribió un ensayo en el sitio de Barnes y Nobel en donde se ofrece un resumen interesante de las circunstancias históricas en las que las ediciones fueron hechas (es bueno aclarar que hay dos publicaciones de la obra, 1890 y 1891).

Aquí unos extractos del texto de Allen:
“Más de un siglo después de su publicación, la novela de Oscar Wilde, El retrato de Dorian Gray, es reconocida como un clásico de la literatura inglesa, una obra maestra de la estética del fin-de-siècle y, en muchos aspectos, un precursor del movimiento modernista. Su estatus de icono actual no podía preverse en 1890, cuando la historia apareció por primera vez de manera simultánea en Gran Bretaña y los Estados Unidos, en las páginas de la revista Lippincott. El Londres Daily Chronicle expresó la indignación por su publicación: Embotamiento y la suciedad son las características principales en Lippincott de este mes: El elemento que es impuro, aunque innegablemente divertido, ha sido proporcionado por Oscar Wilde es la historia del retrato del señor Dorian Gray. Es un cuento generado a partir de la literatura leprosa de los decadentes franceses, un libro venenoso, con una atmósfera cargada de los olores mefíticos de putrefacción moral y espiritual…”

"Inmundo", "corrupción", "lepra", "putrefacción" y "decadencia francés" fueron, por supuesto, todos los términos codificados para decir "homosexualidad" -una palabra que no entraría en el idioma inglés hasta dos años más tarde, y un concepto que no podría ser discutido abiertamente en bastante tiempo, ni mencionado en conversaciones. Cuando Dorian Gray se revisó para su publicación en forma de libro, una buena parte del material considerado “impuro” se retiró. De hecho, ya se había hecho recortes sustanciales en la versión que apareció en la revista”.

“Extrañamente, la obra igualmente alcanzó estatus de culto…”

Texto completo de Allen (en inglés).

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