viernes, 4 de marzo de 2011

La energía alternativa, la mejor arma secreta de Estados Unidos

Células solares flexibles dan energía al equipo de comunicaciones utilizado por los Marines en la provincia de Helmand (Afganistán) lo que les permite evitar 315 kilogramos de baterías mientras la patrulla va a pie. Sin embargo, un avión de combate F-16 volando sobre la base de entrenamiento Miramar (California) quema 105 litros de combustible en un minuto con sus sistemas de postcombustión mientras que el C-17 de carga consume 11.350 litros por hora.

La fuerte dependencia del petróleo, en gran parte importado, representa un verdadero reto para los militares de Estados Unidos. El representante Steve Israel, demócrata por Nueva York, lo dijo en un discurso ante la Agencia de Proyectos Avanzados de Investigación de Energía (ARPA-e) el 2 de marzo: "Somos dependientes de nuestros adversarios para resguardar nuestra seguridad".

Esa es la razón por la que el Departamento de Defensa y el de Energía están colaborando en iniciativas para desarrollar y probar tecnologías de almacenamiento de energía desarrollado por primera vez por ARPA-e. El secretario de la Marina, Ray Mabus, anunció asociaciones para el desarrollo e implementación de módulos de potencia electrónica y baterías capaces de almacenar megavatios de energía. En este sentido pidió el financiamiento de 25 millones de dólares para estas investigaciones en el presupuesto del 2012.

"25 millones de dólares es el costo de un helicóptero H-1", dijo Mabus. "Pero lo que puede generar estos 25 millones de dólares en el Departamento de Defensa y el ARPA-e, se puede multiplicar cientos y miles de veces, en vez de un solo helicóptero".

Y este dato lo apoya: la factura de combustible del Departamento de Defensa llegó a unos US $ 14 mil millones en 2010. "Por cada dólar que el precio de un barril de petróleo sube, la Marina gasta 31 millones dólares más por el combustible", señaló Mabus. "Nuestra dependencia de los combustibles fósiles crea vulnerabilidades estratégicas, operativas y tácticas para nuestras fuerzas".

La Armada ha tomado la delantera en el intento de cambiar eso, fijar una meta de reducir a la mitad de sus necesidades energéticas de combustibles fósiles en 2020, así como hacer que la mitad de sus bases sean autosuficientes en materia de energía. Actualmente, la Marina ha ordenado a unos 150.000 litros de combustible derivado de la camelina y más de 75.000 litros de combustible para los buques a partir de algas, al igual que la Fuerza Aérea de los EE.UU, que pidió 150.000 litros de ese biocombustible.

Y el primer buque de la Armada híbrido (con propulsión eléctrica para velocidades de 12 nudos), ahorró unos US $ 2 millones en costos de combustible en su viaje inaugural desde Pascagoula, Mississippi, a San Diego.

[Cada vez se convierte en un asunto más serio y más real el conseguir fuentes alternativas de energía: algunos expertos ponen como fecha para empezar el declive del petróleo como principal fuente de energía el 2012. Posiblemente ya se empiece a ver que tienen la razón].

El artículo completo aquí, en Scientific American.

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