1.- Comentarios hirientes. ¿Lastima a otros por su falta de tacto? Se podría pensar que se es útil, pero más bien podría estar afectando a la otra persona. Póngase en los zapatos de los demás primero. Si no es un comentario que le guste, entonces tal vez a los demás tampoco.
2.- Dar soluciones cuando la persona está realmente buscando un oído atento. Es probable que sea obvio pero muchas veces lo que la gente quiere es ser escuchada. Nada más. En el fondo, la gente tiene las soluciones a los problemas que enfrentan y lo que están buscando en alguien es compartir sus frustraciones. Hay que estar consciente de lo que la otra parte está buscando, y hacer los ajustes correspondientes.
3.- Ser crítico. A nadie le gusta ser juzgado o etiquetado. Si usted está constantemente juzgando a los demás por lo que hacen o dicen, podría ser bueno que se vea en un espejo. La humildad es una virtud que es apreciada por todos.
4.- Estar a la defensiva. ¿Qué tan bien responde a las críticas? ¿Se pone a la defensiva? ¿O amablemente toma el error y la crítica constructiva para crecer como persona? Aprenda a recibir la crítica: podría ser la habilidad más importante que se pueda tener.
5.- Decir a la gente qué hacer. La mayoría de nosotros no nos gusta cuando la gente trata de ser jefe. Aprender a animar y conseguir entre todos una visión común es más importante que tratar de “mandar”.
6.-Pensar que se sabe todo. “Cuanto más aprendo, más me doy cuenta de lo que no sé”. Hay una gran cantidad de conocimiento (siempre), que debemos aprender. Pensar que ya se sabe todo y rechazar nuevos métodos impide conectarse con los demás. Se debe estar abierto a probar cosas nuevas.
7.- El quejoso. Está bien quejarse de vez en cuando, pero hacerlo con demasiada frecuencia no es bueno para nadie. La gente le gusta estar rodeada de gente positiva, no con “vampiros de energía”. Si usted es uno, nunca es demasiado tarde para cambiar: concentrarse en las cosas positivas a tu alrededor es un buen comienzo.
8.- No escuchar. ¿Está presente en las conversaciones? ¿O su mente está en otra cosa? Al conversar con alguien, hay que aprender no sólo a escuchar, sino escuchar activamente. Busque el mensaje que subyace detrás de lo que alguien está diciendo.
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