Volvemos a escribir de fútbol. Los únicos que acertaron la quiniela del Mundial de Fútbol fueron los que creían ciegamente en España (entre los twiteros, @puzkas desde el principio dijo que la final era Holanda-España), cosa difícil de mantener, después de históricas derrotas que la hacían dueña absoluta de la frase: juegan como nunca y pierden como siempre.
Y aunque la selección española es la última campeona de Europa, las apuestas como era habitual se fueron por lo seguro: Brasil, incluso Argentina estuvieron entre los seguros protegonistas del último juego.
Pero como lo dijo Raúl Fain Binda en su blog, las probabilidades de los "grandes" siempre son escasas y siempre hay que mirar más allá de la "tradición". Incluso ya con la final Holanda-España definida (y salvo lo que decía el pulpo), Holanda se presentaba como el equipo para levantar la copa: Holanda tenía un récord de imbatibilidad de 26 juegos y España perdió el primer encuentro del torneo. El resultado es conocido.
Volvamos a las predicciones: Wall Street Journal se puso a predecir y encontró también que fue difícil. En el artículo, se dice que "los estereotipos continentales no siempre son confiables. Brasil y Argentina son famosos por ganar Copas del Mundo fuera de Europa, Europa es famosa por tener problemas en otros continentes. Pero la final del domingo pasado lo dice todo".
Así que cuando apueste, no se afane mucho. La pelota siempre es redonda...
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