Los soportes para la reproducción de imágenes fijas, música y video han crecido a pasos agigantados, pero varía ampliamente entre proveedores y modelos. Estos televisores tienen muchos elementos a considerar y por eso es bueno seguir estas sugerencias:
1. Olvídate de viejos conceptos sobre pantalla plana. Solía ser fácil ver la diferencia entre un plasma y un LCD. Los plasmas eran más grandes, con calidad de imagen cinematográfica y capacidad para lograr negros muy oscuros e ideales para el movimiento rápido; LCD por su lado, eran más pequeños y muy brillantes.
Pero esas distinciones se han desvanecidos (y sobre todo en los 40 - 50 pulgadas), especialmente desde la llegada de pantallas LCD que utilizan todo el arsenal de retroiluminación LED con atenuación individual o grupal -y así lograr negros muy oscuros-, pues ya el plasma no tiene la dominación total. Así que cuando este en una tienda, no juzgue un televisor por su tecnología de visualización de pantalla.
2. Factor coste - consumo de energía. Esta era una distinción típica del plasma contra el LCD que se ha hecho aún más significativa en los últimos años. Los LCD siempre han consumido menos energía que los plasmas y ahora con retroiluminación son más eficientes. Así que no dude en elegir (por consumo, un LCD).
3. Vea sus propias necesidades. No se deje llevar por las “nuevas ventajas”. Sepa qué tiene en su casa (equipo de sonido, aparato de Blue-Ray) y pregunte si son compatibles.
4. El movimiento de las imágenes. Se refiere a los elementos que siguen moviéndose cuando debería estar completamente inmóvil: las líneas de los edificios, el efecto del movimiento de ciertas telas, etc. Se recomienda hacer las pruebas con películas como Misión Imposible 3 y The Dark Knight.
También hay que considerar lo siguiente: los problemas que aparecen cuando la cámara hace un barrido y hay detalles borrosos. Una vez más, el plasma es el fuerte pero ahora estamos viendo LCD con tasas de refresco de mayor capacidad: 240Hz y hasta los 480Hz; a diferencia de 60Hz y 120Hz un par de años atrás. Además, algunas marcas tienen sus propias tecnologías para hacer frente a los problemas de movimiento. Fíjese bien.
5. El modo “uso doméstico”. Casi todos los televisores de alta definición tienen la opción de poner el sistema en "uso doméstico" o en "demostración". Este último modo tiende a poner las imágenes más brillantes pero en una sala esa misma imagen no es igual. Pregunte para poder ver el TV en modo doméstico y vea como se ve el televisor de “verdad”.
6. Inspeccione los modos preestablecidos de imagen: vea cómo establece el brillo, contraste de color, y similares para optimizar la vista de juegos, deportes, películas, etc. y si, además, puede controlarlos usted mismo también.
7. Vea la piel. Una buena manera de comprobar los buenos colores de un pantalla plana es mirar videos con personas y notar si la piel parece realista y agradable. Si está disfrutando de colores brillantes en una escena, asegúrese de que la gente no se vea “quemada”, un síntoma de sobresaturación de algunos colores.
8. No utilice material de animación. Hay una razón por la que en las tiendas eligen películas de dibujos animados para mostrar sus juegos: están diseñados para verse bien en pantallas digitales. Así que prefiera ver películas o programas de televisión en vivo.
9. Observe y escuche. Luego de tener en cuenta todo lo anterior, escuche y vea con atención lo que ofrece el aparato. Y luego, decida.
Texto original aquí (en inglés).
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