sábado, 7 de agosto de 2010

La última gota de whisky

Se está racionando el consumo de licores. Y este dato es trascendental: "Sólo hemos estado recibiendo 5% del whisky que habíamos exigido en el último mes y medio", dijo Fernando Soto, presidente de Licores Mundiales. "Los distribuidores están restringiendo el suministro para evitar una situación más difícil. Están "comprando" tiempo para resolver la cuestión de la moneda", señaló en un trabajo publicado en Bloomberg.

Una prueba más de que Venezuela es un país pobre con 28 millardos de dólares en reservas.

El problema no es sólo con el whisky (tema sensible para el venezolano, ya que es el sexto consumidor de ese licor en el mundo y el mercado más importante en América Latina), sino en general con las bebidas alcohólicas importadas: lo mismo está pasando con el vino. De hecho, uno de los eventos más importantes de Caracas, El Vino toma Caracas, fue suspendido en julio porque muchas importadoras o no tenían caldos disponibles o están racionalizando su venta para no quedar en cero a finales de mes de agosto). Se espera que para octubre pueda realizar, como es habitual en el Centro San Ignacio.

A la escasez hay que agregarle el precio: al tener más difícil el acceso de dólares, los licores han subido casi 50% para así poder comprar dólares de cualquier forma y reactivar las importaciones.

Seguimos con los datos del artículo de Bloomberg (escrito por @coropo y Daniel Cancel): Venezuela importó 184.300.000 dólares en whisky el año pasado.

Por eso, por lo que representa esta bebida para el país, muchos esperan que la situación no sea permanente o que, al final, sólo se tenga que tomar bebidas nacionales como el ron o la cerveza. De hecho, el presidente del BCV se ha reunido con los importadores para realizar cambios en el acceso a la divisas y aumentar las cuotas de compras.

Es un asunto sensible no sólo para el consumidor, sino para el propio gobierno: tanto las bebidas alcohólicas como los cigarros son fuente importante de ingreso por los impuestos que pagan.

Se avecinan tiempos difíciles, incluso para celebrar con la bebida espirituosa preferida por los venezolanos.

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