@afnays
Venezuela habló y ya tenemos un resultado electoral y un nuevo dibujo político. La correlación de fuerzas en la Asamblea Nacional cambiará en enero con el retorno de la oposición a la plaza pública, donde siempre ha debido permanecer. La demolición ansiada y ordenada por Chávez a los suyos, no ha sido posible en estos términos.
La participación oficial es PSUV logra 98 diputados (uninominal + lista); la MUD 65 diputados y PPT 2 diputados.
Un dato que no ofreció el CNE, y que sí lo dio Ramón Guillermo Aveledo, es que en voto popular las fórmulas de la oposición lograron 52% del total nacional, lo que los transforma en mayoría.
Dato interesantísimo es que la MUD obtiene cinco representantes para el Parlamento Andino, con una votación absoluta de 5.054.114 sufragios, frente a otros cinco que logra el PSUV con 5.222.344 votos.
La abstención fue de 33,55%.
Varios mensajes arrojan estos resultados. El primero es que se trata de un triunfo sonoro de la oposición que rompió el maleficio y superó al partido de gobierno en votos populares. La propia legitimidad del Presidente, que debió salir a meterle el hombro a sus propios candidatos; la cosecha de curules para la MUD está por encima de la expectativa que se habían trazado, un piso de 50 diputados.
El golpe al hígado del Gobierno es innegable. No sólo porque su aspiración fue lograr los dos tercios de la Cámara y gobernar, como lo hicieron estos últimos cuatro años, a sus anchas; sino porque, en términos absolutos, la votación del sector opositor ha crecido otra vez, como lo viene haciendo de manera sostenida desde 2007 cuando obtuvo su primera victoria, bautizada por el comandante Presidente en aquel entonces como “victoria de mierda”.
El PSUV intentará “vender” a como dé lugar su votación como un triunfo, pero los resultados no pueden verse de manera tan simple como meros porcentajes, sobre todo porque deja en evidencia la perversidad del propio esquema electoral que está montado sobre una ecuación según la cual cantidad de votos no equivale a cantidad de diputados. Otra sería la historia si la fórmula fuese correlativa. Con este resultado se hace difícil explicar cómo una fuerza que obtiene más votos que otra, saca menos votos.
Estos números indican también una conciencia clara en la población de la necesidad de representar pluralmente a las fuerzas políticas. Que una institución tan importante como el parlamento no puede convertirse eternamente, ni siquiera para el propio pueblo chavista, en la caja de resonancia de Miraflores y que es preciso rescatar algunas funciones legislativas -como la contraloría y la investigación- “suspendidas” de facto en este período unicolor.
¿De dónde sacó la oposición esa votación? De sus propios méritos, como haber labrado una fórmula unitaria y un mensaje muy claro (pluralismo a la AN), haber acallado sus propias voces disidentes, trabajo tesonero de búsqueda de votos; y de los errores del gobierno: el manejo de la crisis eléctrica, su malísima evaluación en materia de seguridad, el impacto de “Pudreval” y la inflación que golpea a todos los sectores por igual, sobre todo a sus votantes naturales.
El segundo gran mensaje tiene que ver con la pérdida de los dos tercios del quórum por parte del oficialismo, lo que le pondrá un freno a las iniciativas arrolladoras que gozaron de vía libre durante este período. Ahora hay una alcabala para decisiones tan importantes como la elección de los miembros del Poder Ciudadano (Fiscalía, Defensoría, Contraloría), de los magistrados del Tribunal Supremo o otras de tenor similar.
La votación obtenida por la MUD rompe además otra norma fundamental: la de los 3/5 necesaria para, por ejemplo, autorizar una Ley Habilitante al Ejecutivo. (Se requieren 99 manos alzadas)
Con esto se comienza la restitución del equilibrio político en Venezuela, perdido entre otras cosas por la decisión desacertada de los partidos de oposición de retirarse del anterior proceso electoral. La Operación Demolición, les falló al PSUV. Probablemente la pasarán factura al jefe de campaña, Aristóbulo Istúriz. La revolución no perdona reveses de ningún tipo.
La tercera reflexión de cara a estos resultados es la votación de Patria para Todos que obtiene apenas 2 diputados. El liderazgo de Henri Falcón ha quedado en cuestión, pero eso es motivo de otros análisis.
El presidente Chávez, había advertido días atrás que, con independencia de estos resultados, que probablemente ya se los estaba sospechando, él radicalizará su revolución. Lo intentará seguramente en estos seis meses de gracia que le restan a la Asamblea vencida, con los recursos legales que aún le quedan y con los pseudolegales que siempre ensaya. Pero ¿podrá llevarlo a cabo con una oposición legitimada en las urnas? Esto se pone bueno… de cara al 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario