Como se sabe, se han descubierto desde 1995, 473 de ellos, muchos, no precisamente un paraiso fuera de este mundo. Detrás de todo su misterio hay cosas que harían palidecer la imaginación de cualquier escritor, todo gracias a la ayuda aportada por el telescopio espacial Kepler y nuevas técnicas de búsqueda de planetas más alĺá de nuestro sistema solar.
La nota dice que “a través de estudios exoplanetarios, estamos empezando a entender, incluso nuestro lugar en el Universo”. Pero a pesar de toda esta fascinación, muchos de estos mundos extraterrestres muestran, literalmente, un paisaje aterrador.
Como dice la nota: “Probablemente asustarían hasta el capitán Jean-Luc Picard desde su mando de control del Entreprise.
Planetas sopletes
La mayoría de los exoplanetas descubiertos hasta ahora son mundos gaseosos gigantes, a menudo mucho más grande que Júpiter. A veces, estos mundos orbitan tan cerca de sus estrellas que son llamados "Jupiteres-calientes”.
Por lo tanto, si fuera un criatura alienígena que vive en la atmósfera gaseosa de uno de estos mundos infernales, ¿dónde esconderse para escapar del calor abrasador? Bueno, se iría al lado nocturno del planeta extrasolar, ¿verdad? ¡Mal movimiento!
Un exoplaneta recién descubierto por el telescopio espacial Spitzer descubrió un misterioso "punto caliente" en su atmósfera, a 80 grados de inclinación del exoplaneta. Esto significa que la parte más caliente de la atmósfera no se encuentra en el lado diurno (con la estrella directamente sobre la cabeza), sino hacia el lado nocturno, donde las temperaturas superan los 1.000 grados centígrados: lo suficiente para fundir una roca.
Se cree que este punto de calor extremo es causada por ultra rápidos chorros de vientos alrededor del planeta igual a un soplete, lo que genera choques que impulsan el calentamiento atmosférico. Es decir, no hay manera de escapar de este calor infernal.
El fantasmal
Uno podría pensar que lo único aterrador del exoplaneta Fomalhaut b es el hecho de que orbita dentro de una nube de polvo que se ve exactamente como el "Ojo de Sauron" de la trilogía El Señor de los Anillos. Pero no, el mundo extraterrestre es más sutil que eso.
Puede no existir.
Un estudio reciente ha sugerido que Fomalhaut b puede ser un fantasma, ya que ha mostrado un movimiento extraño que no encaja como un exoplaneta. Habrá que esperar y ver si es un planeta confirmado, o más bien una aparición fantasmal.
Planeta negro
En la película Crónicas Riddick: Pitch Black, anti-héroe Riddick (Vin Diesel) se estrella en un planeta infestado de unos murciélagos empeñados en comerse a Riddick y al resto de la tripulación.
Como es habital, la realidad supera a la ficción: en el caso de un exoplaneta TrES-2b, el mundo es literalmente de tono negro, más oscuro que el carbón. Para “empeorar” las cosas, TrES-2b está anclado a su estrella, es decir, un lado del exoplaneta está siempre de noche. Una buena pregunta: ¿cómo Vin Diesel podría lidiar con eso?
Cara fundida
¡No abrir el Arca de la Alianza! Si se recuerda la escena en que que los mazi se derriten en Indiana Jones: En busca del arca perdida, puede imaginarse lo que pasa en este exoplaneta.
Un mundo con una "cara fundida" perpetuamente es lo que vive el pobre CoRoT-2a, un mundo que enfrenta sus “propios espíritus enfurecidos” por su estrella madre. La radiación es tan fuerte que los científicos que utilizan el telescopio espacial Chandra dicen que 5 millones de toneladas de material están siendo arrancados en ese mundo. ¡Pero cada segundo!
Amenaza fantasma
En un sistema de estrellas, lejos, muy lejos, un exoplaneta está siendo amenazado por la atracción gravitacional de otro mundo, que no se ve, haciendo que se reduzca la velocidad o se acelere mientras orbita su estrella madre...
Y sí, es un fenómeno real, y no sólo una mala apertura de un spin-off de Guerra de las Galaxias. A unos 650 años luz de distancia, un exoplaneta orbita una estrella similar al Sol (Kepler-19). El exoplaneta (Kepler-19b), tiene una órbita muy extraña en que a veces se acelera, completando su órbita en nueve días pero 5 minutos antes, y en otras ocasiones, completa la órbita 5 minutos más lento.
Esta rareza orbital posiblemente se deba a un mundo imaginario, que influye en la gravitación de Kepler-19b. Los astrónomos saben que un fantasma está ahí fuera, pero tienen que encontrarlo.
Foto: Nasa
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